Hoy voy a transigir, me he dicho.
Voy a coger el tenedor
y comer bocado a bocado.
Tu pelo no será más que tu pelo
y en tus ojos se condenarán las puertas
de mi imaginario.
Voy a dejar caer, en un baile,
uno
a
uno,
los arquetipos que me velan
y esta vez no será necesario que tu cabeza
ruede hasta mis pies.
Me dicen que hay otro equilibrio
más allá de la tensión del arco
y que hay flechas que sí alcanzan su blanco.
Que hay llanuras donde dejarse acariciar por el
v i e n to
y un imperio de lo posible al que someterse sin ser esclavo.
Pero quién va a apagar el fuego de mis
mitologías?
Quién me prometerá que sus cenizas
quedan bien esparcidas entre los
s a u c e s?
Quién pondrá fin al ciclo de mis transfiguraciones?
Quién sellará esta boca
que no habla por mis labios?
Si has de ser tú, piénsalo antes:
mi avidez galvaniza opacos.