1,2,3


mira las baldosas del apartamento de ella
a través de la pantalla:

me gusta. 
podríamos hacer el amor sobre ese suelo.

después se desconectan y,
de su lado del océano,
extraviando los ojos en el parquet,
sigue dándole vueltas
a si debe o no casarse
con la mujer
que pisa esa madera

(y
lo
pisa
a
él)

day 
after 
day


al otro lado del océano,
la primera mujer mira al cielo
y le pregunta si algún día será
la única,

l a
ú l
t i
m a

y para quién.

(ni uno ni otra obtienen respuestas
y nadie sabe qué se pregunte la segunda mujer)